ALIMENTOS QUE NO DEBES DARLE A TU MASCOTA EN ESTA NAVIDAD
- MV. Maricela Medina
- 21 dic 2017
- 2 Min. de lectura

Se acercan las festividades de diciembre como son la navidad y las fiestas de año nuevo y nuestras mascotas que son un integrante más de la familia, también deben participar de la celebración pero no tenemos que olvidar tampoco que ellas también puede que requieran una serie de cuidados especiales cuando llegan estas fechas tan señaladas.

Las cenas de navidad y de año nuevo son ocasiones en donde nos juntamos con toda la familia para compartir, durante estos días de fiestas también nuestras mascotas se sienten atraídas por la mucha comida que se cocina en las casas. En especial los perros no paran de rondar por la cocina y pedirán de modo que muchos dueños suelen darles sobras o de la propia comida. Utilizar las sobras de las grandes comidas y cenas para alimentar a nuestras mascotas en Navidad no es saludable ni beneficioso para ellas.

En estas fechas la mayoría de las urgencias veterinarias que se atienden en están relacionadas con problemas digestivos (perforaciones intestinales por comer huesos, gases, intoxicación alimenticia, diarreas). Todo se debe a la alteración de la alimentación: es importante intentar conservar la dieta de las mascotas y no alterarla con gran variedad de alimentos que utilizamos en ésta época del año, pues casi siempre les pueden producir problemas.
A continuación mencionaremos algunos alimentos que pueden resultar fatales en estas fiestas para nuestros engreídos:
Restos de comida: En ocasiones el perro que tenemos en casa se convierte en una especie de contenedor de reciclado de alimentos. Sin embargo, no hay que olvidar que el perro tiene unas necesidades nutricionales específicas. Su salud depende de no darle restos de alimentos que le provoquen graves problemas gastrointestinales.
Huesos: Los huesos del pavo, pollo o de cualquier presa de la cena navideña no deben darse al perro ni al gato que tienen en casa, debido a que estos huesos se hacen astillas y pueden llegar a ocasionar perforaciones intestinales, diarreas y estreñimiento. Es por ello, que recomendamos no darles en ningún momento, ni como aperitivo ni como parte de tu dieta diaria.
Uvas y pasas: Las uvas son la fruta ideal para
despedir el año, pero no para los perros. Se ha demostrado que puede afectar al funcionamiento de los riñones de nuestros amigos peludos. Asegúrate que tu mascota no esté al alcance de estos frutos populares en los conocidos panetones.
Mariscos: La carcasa y las
cáscaras de los mariscos contienen una sustancia denominada quitina que el perro no digiere bien. Además, se ha demostrado que puede provocar vómitos, diarrea y estreñimiento. Es por ello que no recomendamos que añadas este alimento a su dieta diaria o esporádica.
Chocolate: Son muchos los beneficios
que el chocolate nos aporta a los humanos, pero no es aconsejable para los perros porque contiene una sustancia llamada teobromina, que resulta tóxica para los canes.Los signos clínicos van desde vómitos, diarreas, hiperactividad y excitabilidad, hasta el fallo cardíaco, infartos y muerte. Este desenlace puede ocurrir de 4 a 6 horas tras la ingesta. El chocolate cocinado es lo peor porque contiene mayores cantidades de teobromina.
Cebolla y el ajo: Los alimento
s que compramos para nuestros perros no tienen cebolla, pero las sobras que podemos ofrecer a nuestra mascota seguramente sí. La cebolla contiene un componente (tiosulfato) que destruye los glóbulos rojos del perro. Las consecuencias para su salud de nuestras mascotas, sobre todo si está enfermo o es muy mayor, son anemia, debilidad y problemas respiratorios. Igualmente, el ajo, presente en muchos platos navideños, también resulta perjudicial para el can. Los perros no tienen un sistema digestivo preparado para metabolizar y digerir de una forma adecuada el ajo y podría resultar tóxico para ellos.
Bebidas alcohólicas: Aunque te parezca
muy gracioso, jamás debes darle alcohol a tu mascota, ni aunque sea un poquito, ya que les hace muchísimo daño porque para ellos es tóxico, incluso, en pequeñas cantidades. En altas dosis, el alcohol suprime el sistema nervioso central, el sistema respiratorio y cardíaco, y puede llevarlo a la muerte. ¡No lo hagas!
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